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La primera vez de los Bodegueros

De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Oscar Pinelas, Raúl Giménez; Héctor Gómez, Raúl Coronado, José Orozco, Héctor O. García; Roberto R. González, Oscar Haack, Roque D'Alessandro; Oscar Gómez, Jesús Pretto, Alberto Paiva.

En 1977, el poderoso grupo Greco aterrizó en Villa Atuel comprando la Bodega Arizu (“La de los paños más grandes del mundo”, como orgullosamente expresaba la publicidad).

La inversión se tradujo en una reactivación de la actividad vitivinícola y, consecuentemente, de la economía distrital.

En ese contexto, prosperidad y alegría necesitaban de un club deportivo para tener una expresión masiva. Los empresarios vieron que el club estaba ahí y que, a lo largo de casi medio siglo, se había ganado por sus méritos un lugar importante en la historia de la LSRF. Y se entusiasmaron. Tanto que, en una desición también marketinera, antepusieron el nombre Arizu a la denominación histórica de Club Atlético Villa Atuel. El disgusto de algunos fue rápidamente minimizado por una billetera que contrató cuerpo técnico y jugadores de jerarquía.

Tras un año de transición (1978), en 1979 se hizo cargo de la dirección técnica Elio Montaño, que llegó con jugadores de otro medio como el arquero Oscar Pinelas, el enganche Roque D’Alessandro y el delantero Juan Di Meola. Se sumaron al volante central Oscar Haack (ex Ferrocarril Oeste y Banfield) que estaba desde la temporada anterior, a refuerzos locales como Héctor Omar García, Jesús Pretto, Roberto Raúl González y a los históricos del club: Raúl Coronado, Héctor Orozco, Antonio Díaz, Héctor Gómez, Alberto Paiva, Raúl Giménez, Juan Carlos Ayarra, Domingo Muñoz, Omar Freyre, Jorge Faría y Omar Castillo, entre otros.

De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo: Oscar Pinelas, Raúl Giménez (ambos arqueros); Héctor Gómez, Raúl Coronado, José Orozco, Héctor O. García; Roberto R. González, Oscar Haack, Roque D’Alessandro; Oscar Gómez, Jesús Pretto, Alberto Paiva.

Los Rojos hicieron un gran campeonato, clasificaron al Torneo de los Cuatro y lo ganaron estableciendo supremacía sobre el Campeón Pedal, Huracán y Constitución.

Así, disputaron en Huracán dos finales con los Tricolores. La primera terminó 0-0. La segunda, nocturna, se disputó el jueves 11 de octubre, arbitró Miguel Héctor Lorca, se recaudaron $17.100.000 (5.000 espectadores) y Arizu Villa Atuel presentó esta formación: Pinelas; García, Coronado, J. Orozco, Díaz; González, H. Gómez (Muñoz), D´Alessandro; O. Gómez, J. Pérez, Paiva. Pedal: Murcia; Pietrelli, Velazco, Sartirana, Calderón; Longo, A. Orozco, Lapuente; Robles, Paolantonio, Olmedo.

A los 36′ del primer tiempo, Antonio Díaz ejecutó un tiro libre desde la zona de los bancos de Huracán (más o menos cuarenta metros), dudaron Sartirana y Murcia, el balón pico y se introdujo lentamente en la valla norte marcando un gol inesperado. De allí y hasta el epílogo, Arizu fue más que Pedal, justificando el triunfo.

El final, cerca de la medianoche, encontró a los héroes Rojos festejando con más de un millar de hinchas. El retorno, en caravana, hizo muy cortos los sesenta kilómetros.

Villa Atuel de fiesta; su equipo de fútbol se convertía en el cuarto representante sanrafaelino al Regional.

Por Roberto Armando Bravo.

3 Comments

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  1. Soy hijo del loco A. Paiva! Hoy llevo sigo sus pasos en este deporte tan lindo y ver la historia de mi viejo me es muy grato! Gracias por esta historia y las anécdotas q mi viejo ya me ah contado pero ver cómo se recuerdan y como lo recuerdan es muy lindo!

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