No por lo futbolísticamente extraordinario (ni mucho menos) fue el Pedal – Desamparados del Torneo del Interior 1993.
Con dos suspensiones por espectaculares tormentas de lluvia, viento y granizo en San Rafael, finalmente una noche jugaron en Pedro Vargas y Cabildo los Tricolores y las Víboras.
A los sanjuaninos les convenía el empate, por lo que defenderse (¡Cedieron 21 tiros de esquina!), pegar y hacer tiempo fueron las constantes.
Los fallos del árbitro José María Pompey (hermano del que dirigió en Primera de AFA) fueron perjudicando a Pedal: cuando estaban 0-0 anuló un golazo de tiro libre de Daniel Colombatti. Nadie entendía nada. Pompey parece que tampoco: no explicó el motivo; solo invalidó. Para colmo, sobre 35′, Rubén Moreno aventajó a la visita.
En el complemento las divididas continuaron favoreciendo a Desamparados. No obstante, sufrió dos expulsiones (al juez no le quedó otra que mostrar las rojas por juego violento). Los Tricolores llegaron a la igualdad (Luis Rueda a los 27′) pero, aunque lo merecieron, no pudieron desnivelar. Final 1-1.
Y la gente explotó: se metió a la cancha para agredir al árbitro (un pibe alcanzó a golpearlo) y rompió los móviles de las radios sanjuaninas Colón y Sarmiento que estaban detrás de las cabinas. Violencia por doquier. Tan injustificable como explicable.
Por Roberto Bravo.