Durante la semana, se anunció con bombos y platillos que los conducidos por Juan José Pizzuti estrenarían el título en San Rafael, apenas siete días después de la consagración.
Los motivos por los que finalmente Racing no jugó aquí, están brillantemente puntualizados por Edmundo Homan en la nota de Diario El Comercio.


Empero, hoy, mirando en retrospectiva, podríamos agregar que la mayoría de los jugadores, excepto Roberto Perfumo, no tenían gran cartel: recién alcanzarían la fama al año siguiente con la obtención de las Copas Libertadores de América y del Mundo.

Aquel hecho (que provocó frustración generalizada y mucha tristeza en los hinchas de La Academia) sirve para significar que el fútbol es un negocio hoy, y hace 55 años también.
Por Roberto Armando Bravo.