Cuando Sergio Goycochea vino con River a San Rafael, en 1986, seguramente no imaginaba lo que le depararía el destino en los cuatro años siguientes.
En los Millonarios el arquero peleaba por ser el suplente de Nery Pumpido, que estaba participando en el Mundial de México. Además de condiciones, tenía pinta; fundamental para el puesto.
A comienzos de 1988 fue pedido (junto a Pipo Gorosito) por el Bambino Veira que reforzaba a San Lorenzo para la Libertadores.
La odisea
Una noticia maliciosa desparramó por todos lados que Goycochea tenía SIDA; no pasó la revisación médica en el Ciclón y se fue a Millonarios de Colombia, donde estuvo un par de años.
Regreso con gloria
En el ’90 lo contrató el Racing Club de Avellaneda y Coco Basile lo llevó al Mundial de Italia. La fractura de Pumpido, frente a Rusia, le posibilitó ser titular y lucirse atajando penales, ante Yugoslavia e Italia, exhibiendo intuición y reflejos extraordinarios.
En una decisión justa y lógica volvió a ser el portero argentino en EE.UU. ’94.
Entre ambos campeonatos del mundo, con la Albiceleste ganó las Copa América de 1991 y 1993.
Todo lo bueno que le sucedió a Goyco fue disfrutado por los futboleros argentinos; también ¡Después de las que pasó!
“La vida te da revancha, revancha te da la vida”.
Por Roberto Armando Bravo.