El domingo inauguró sus nuevos bancos de suplentes, tanto para el equipo local como para el visitante.
Cada uno tiene confortables butacas y un techo para guarecerse de posibles tormentas.
El Globo había refaccionado los bancos en 2017, cuando le ganó espacio a la tribuna y los metió dentro de ellas, aprovechando los escalones para que los suplentes se sentaran.
Anteriormente, estaban más cerca de la línea de cal y consistían en sillas de plástico, cubiertas de lona.
Por Roberto Bravo.