El Centro de Estudios de Educación Argentina estimó que, en nuestro país, la tasa de graduación a nivel secundario es del 42,15%. Otras mediciones directamente hablan del 50%; la mitad de los que ingresan no termina.
El desafío de las autoridades educativas es el porqué. Menuda tarea.
Uno cree que lo primero será cambiar el discurso. Llevamos años escuchando cosas como “los contenidos no seducen a los chicos”. Esa frase sirvió de excusa tanto para los responsables de las políticas educativas, cuanto para los holgazanes.
Los jóvenes deben concurrir al primer día de clases sabiendo que estudiar no es una opción: es una obligación. Tienen que ser inteligentes para que entiendan que no habrá puertas que se abran si un título no avala los conocimientos.
Luego deben ser consultados (¿censados?) para que hagan una valoración de las diversas materias.
Recién en ese estadio se tendrán los elementos suficientes para un juicio. No antes.
Por Roberto Armando Bravo.
