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Diego Paolantonio y “una alegría inmensa”

El entrenador de El Porvenir charló con InfoBravo tras ascender al Albirrojo a la “A”.

Diego Paolantonio habló con InfoBravo tras lograr el ascenso con El Porvenir.

“Tengo los ojos llenos de barro”, dice Diego Paolantonio, que se limpia con uno de sus brazos. Ese barro lo produjo el viento Zonda en el final del cotejo ante Deportivo Argentino, más las lágrimas que genera la emoción de un nuevo logro por el que todo El Porvenir peleó desde comienzos de 2019, y con el que soñó por años.

“Cumplir el objetivo es una alegría inmensa ya que nos preparamos desde febrero para ello”, indicó Paolantonio, quien llegó a El Porve el 29 de julio de 2018 reemplazando a Omar Bravo.

Consultado por cómo se siente luego de un nuevo logro en el plano personal, Paolantonio prefirió ponderar el trabajo grupal por sobre el individual: “Sería una equivocación creer que esto se logró porque estoy yo; tenemos un equipo de trabajo: Maximiliano Godoy y Elvio Cuello (ambos A.C.), Alejandro Juárez (P.F.), Federico Gerbaudo (E.A.), y piedras fundamentales como Gastón Ureta (presidente) y Carlos Arija (vicepresidente) -entre otros-; lo personal es meramente estadístico”, señaló.

La “A” es distinta y tendremos que seguir trabajando. Diego Paolantonio – D.T. de El Porvenir.

Paolantonio llegó a El Porvenir proveniente de Rincón del Atuel, con el que obtuvo el “Emilio Bielli” 2017 (primer título de la historia del club); asimismo, clasificó al equipo al Federal “C” de ese año (lo dirigió también en ese torneo) y al del 2018. El ascenso con el Albirrojo sería su cuarto gran logro como entrenador en Primera.

“Con una pequeña ayuda de mis amigos”. Diego Paolantonio se abraza a Renzo Martínez; esperan su turno Andrés Cayla y Bernabé Carretero (tapado, con capucha roja). A los tres los dirigió en Rincón del Atuel, al igual que a Adrián Hidalgo y Joaquín Pavéz.

Por otra parte, se detuvo un momento para analizar el partido ante la Academia, sobre el cual dijo: “fue complicado; en el primer tiempo entramos muy nerviosos y ellos tuvieron más situaciones; en el segundo nos tranquilizamos, agarramos la pelota y el gol llegó en el momento justo”.

En el tramo final de la charla, Paolantonio dedicó el logro a su hijo Faustino -nacido hace poco- a su señora y a su familia, “que me aguanta en todo momento”.

Por Roberto Bravo.

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