Apenas habían transcurrido 365 días de aquella amarga tarde cuando Atuel Norte lo mandó al descenso. Ahora, primavera del ’76, Sport Club Quiroga volvió por sus fueros. Ondea victorioso “El Pañuelito Azul”.
La “operación retorno” se cimentó en la solvencia defensiva del portero Miguel Ángel Requena y el zaguero Juan Carlos Escudero (jugaron el Nacional de 1974 para Huracán), la claridad del cinco Marcelo Fredes, la velocidad para ganar por afuera de Oscar Caro y la calidad ofensiva de Atilio Civitillo y Omar Mosqueda, todos ellos refuerzos de clubes mendocinos.
Si el aporte foráneo resultó exitoso, la base Azul no le fue en zaga: el capitán Juan Rosales, Luis Rojas, Ángel Mansilla, Carlos Freyre, Luciano Merino, Oscar y Adolfo Pedernera, Raymundo Rojas, Osvaldo Oses, Luis Medina, Jorge Cardozo, Antonio Hernández, Ricardo Suter, Gustavo Díaz y otros fueron un complemento necesario e ideal.
El D.T. Oscar Mendietta supo sacar provecho de toda esa materia prima de calidad; en la parte final del certamen la cuestión pasaba por saber cuántos goles harían los Azules, porque que ganaban, ganaban ¿Eh?
Para alcanzar el galardón, la dirigencia, con César Vallejos, Gerardo Vergara y Manuel Reinoso a la cabeza, debió superar continuas y grandes dificultades, especialmente económicas, por la inversión millonaria.
A la enorme hinchada de Segovia y Coronel Campos le quedó, además de la inmensa alegría, una certeza: el éxito fue producto del buen funcionamiento de las tres patas: jugadores, cuerpo técnico y Comisión Directiva.
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Por Roberto Bravo.
