Tras la mirada siempre atenta de don Guerra siguiendo los picados domingueros en los baldíos de Pueblo Quiroga, siempre llegaban chicos “a probarse” en el Pañuelito Azul. La mayoría, quedaba.
Es el caso de Omar Palacio y Jorge Membrives. La primera experiencia importante de ambos (luego del debut, claro) fueron las finales perdidas por el ascenso frente a Cuadro Nacional (1979).

Luego vino el afianzamiento como titulares en la “B” y, más tarde, la Primera integrando la Alianza Quiroga-El Porvenir (1982/83).
Palito Palacio pasó a Pedal en 1984. Fue tan considerado por Jorge Julio, lo puso de 5 titular en un equipo con grandes figuras, como que estuvo a un partido de jugar el Torneo Nacional. No obstante tuvo desquite: fue campeón del oficial de la LSRF. Luego volvió a su casa.

El cubre espaldas
Jorge Membrives fue un segundo zaguero central de categoría: firme, veloz para los cruces, simple en la primera entrega e importante en las dos áreas, cuando de pelotas paradas se trataba.
Durante años, Jorge fue un espejo para los chicos que jugaban en las divisiones inferiores: “Yo lo miro a Membrives”, se les escuchaba decir.
Palacio y Quiroga, además de sus cualidades naturales, tuvieron una muy buena formación. Ahí está el secreto.
Por Roberto Bravo.