Antes de los partidos, los muchachos de los equipos adversarios decían cosas como estas:
– “Che, el defensor grandote (Indiveri) me atiende los chicos, el 10 (Schiavone) me hace los Electro, el rubio (Alías) me recetó los anteojos para ver de cerca. A todos les digo Doctor ¿Y si se calienta el partido?”.
– “¡Se reforzaron con el Golbano y el Robles!”.
O chicanas como:
– “¡Guarda que estos te Operan sin anestesia ¿Eh?!”.
– “¡Por las dudas, se trajeron un traumatólogo (Arrieta)!”.
Con el correr del tiempo, médicos, otros profesionales, empleados, empresarios y demás, se encargaron de darle prestigio a campeonatos tan exitosos como inolvidables.
El fútbol hermana. Siempre.
Por Roberto Armando Bravo.