El D.T. vivió una semana muy difícil: el miércoles de la semana pasada la CD de Atlético Pilares le comunicó que no seguiría siendo el entrenador del equipo que juega el Federal “C” y dos días después internaron a su hija por sufrir una apendicitis que se transformó en una peritonitis.
Sin dudas que su despido de Pilares pasó a un segundo plano, teniendo en cuenta lo que le ocurrió a su hija de 14 años: “comenzó teniendo una apendicitis que se le metió entre los intestinos y los riñones. Se le produjo una peritonitis y tuvieron que operarla”, contó el entrenador al respecto.
En la misma línea agregó: “La pasó muy mal pero gracias a Dios salió todo bien y se está recuperando. Ya volvió a caminar y eso es muy importante; ahora nos tendremos que quedar internados unos días más”.
Respecto a su salida del Naranja, contó: «el miércoles me llamaron y me dijeron que el nivel de juego no se identificaba con Pilares e iban a llamar a otro entrenador. Es muy raro porque veníamos bien. Tras ello me enviaron una carta agradeciéndome por mis valores«.
No les gustaba mi forma de hacer jugar. Carlos Correa.
Venía bien. Eso dijo Correa. Dirigió al equipo en cuatro oportunidades, ganando dos y empatando las dos restantes (66% de los puntos en juego).
Mucha gente me llamó para preguntarme por qué me habían despedido. Carlos Correa.
¿Habló con los jugadores?
Sí. Algunos no podían creerlo.
Cerrando el tema se refirió a Hugo César González, técnico que lo reemplazó: “Hugo no tiene la culpa de lo que pasó”.
Consultado por su presente y su futuro en la dirección técnica dijo: «estoy tranquilo ya que tengo otro trabajo que me permite vivir. Si no lo tuviera ya me hubiera vuelto loco».
Por Roberto Bravo.
Foto: archivo de www.infobravo.com
