“Bueno”. Ese es el calificativo que mereció el Torneo Oficial Cincuentenario de la Liga Sanrafaelina de Fútbol. Lo pelearon hasta el final Huracán y Deportivo Argentino; obligaron Pedal y Goudge.
El Globo, con un equipo que tenía la base que obtuvo los grandes logros Azuloro de la década: el Nacional ’74 y los campeonatos ’75 y ’76. Y la Academia con un plantel que se consagró el año anterior y disputó el Regional a comienzos de la temporada.
La defensa de Huracán salía de memoria: Oliva, Celuci, Rodríguez, Pont. Los del medio también se conocían: Torres, Velárdez, Pérsico y adelante eran letales Alfaro, Ureta y Samaniego. El dibujo era muy ofensivo: 4-3-3 o 4-2-4, conforme lo exigieran las circunstancias.
Deportivo también presentaba una retaguardia afianzada delante de Marcelo Fanesi: Héctor O. García, Fermín Barahona, Luis Moreno y Miguel A. Tapia. Y del medio hacia adelante, la calidad, dinámica y gol de Roberto González, Luis Celdrán, Héctor D. Díaz, Aldo R. Martínez, Ramón F. Ortiz y Carlos Arias. Eran dirigidos por Luis Rapini.
El cabeza a cabeza de Huracán-Deportivo se mantuvo hasta la última fecha donde ambos ganaron por 3-0 (a Villa Atuel y Goudge respectivamente) y el Globito mantuvo dos puntos de ventaja. Vale recordar la síntesis del cotejo de la consagración que se disputó en el Gigante con el arbitraje de Marcelo Roa.
Huracán 3: Emilio Pollero; Emilio Carricondo, Isidoro Celuci, Carlos Rodríguez (Antonio Montes), Jorge Pont; Andrés Evaristo Torres, Raúl Oliva, Salvador Pérsico; Oscar Alfaro, Héctor Gutiérrez, Juan Ramón Samaniego.
Villa Atuel 0: Raúl Giménez; Alberto Paiva, Oscar Gómez, Oscar Haack, Antonio Díaz; Miguel Villegas, Juan C. Ayarra, Domingo Muñoz; Héctor Giménez (José Orozco), Jesús Pretto (Pacheco), Omar Castillo.
El Globo pisó firme desde el vamos y ya en 9′ ganaba con gol del Loco Alfaro. En el complemento llegaron las conquistas del Tano Pérsico (5′) y el propio Alfaro que, de penal, marcó a los 33′ y fue el goleador del certamen.
El festejo que no fue
Luego del pitazo final, los jugadores de Huracán marcharon al vestuario mientras los dirigentes les exigían con términos muy severos que volvieran para dar la vuelta olímpica. Tras varios minutos de tirantez y tensión la concretaron con algunos pocos simpatizantes.
Coletazo
El lunes por la noche, la CD de Huracán tomó una drástica decisión: separó “en forma definitiva” a cinco integrantes del plantel (Ramón Sánchez Saavedra, Isidoro Celuci, Jorge Pont, Emilio Carricondo y Osvaldo Barrera) y “en forma provisoria al resto de los jugadores de Primera División”, según rezó un comunicado enviado a los medios firmado por Raúl A. Martínez. Al tiempo, citó a entrenar a los jugadores de Cuarta División.
La realidad es que en cuatro días comenzaba el Torneo de los Cuatro (clasificatorio al Regional) y Huracán no podía afrontarlo con pibes, por lo que los dirigentes levantaron las sanciones. El clima enrarecido dejó un herido: el entrenador Luis Martín (Brasilero) presentó su renuncia en forma indeclinable.
Aunque aún hoy no está muy claro, se habrían potenciado un par de problemas: desacuerdo de los jugadores con parte de la hinchada que mostraba pancartas agresivas contra periodistas y haberes impagos.
Más allá de las apasionadas razones (o sinrazones) aquel equipo de Huracán fue un meritorio campeón.
Por Roberto Armando Bravo.