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Bibliotecarios: una vida entre libros

El archivo de la historia de un pueblo está en las Bibliotecas. Allí se encuentran los libros que cuentan con lujo de detalle lo hecho por los pioneros. Autores locales se han encargado de investigar el pasado histórico para que exista un conocimiento colectivo de los comienzos.

Otros textos reflejan acontecimientos de diversos lugares dentro o fuera del país. Y se encuentran verdaderas joyas de la literatura con poesías, versos, poemas y cuentos. Por cierto, no falta material para simplemente pasar el tiempo (“un libro y a la cama”).

Destinado a la consulta de lo que pasó en determinado año, mes o día se encuentra el archivo de diarios. Una buena colección será de gran ayuda para historiadores, educadores, periodistas y todos los que quieran agregar precisiones a vagos recuerdos.

Con el correr de los tiempos, las Bibliotecas se han esforzado para incorporar otras opciones: películas, fotografías, registros sonoros y visuales e Internet.

Detrás (o delante) de todo ese valioso material hay hombres y mujeres: los Bibliotecarios.

Lo suyo va más allá de clasificar correctamente para encontrar fácilmente el libro solicitado. El conocimiento de temáticas y contenidos los erige en gente de consulta. La suya es una opinión autorizada para sugerir opciones.

Buenas bibliotecas y bibliotecarios elevan la calificación del nivel cultural de los pueblos. Significa que gente demandante obligó a un crecimiento cualitativo y cuantitativo. Bienvenidas las respuestas.

Por Roberto Armando Bravo.

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