El referato es una de las profesiones más difíciles; no hay dudas. Más allá de ser blancos predilectos de críticas varias, en el fondo (muy en el fondo) los futboleros lo reconocen. Es complejo decidir sobre la marcha, absorber presiones, comerse teatralizaciones y demás. Entonces, aceptan fallos equivocados producto de interpretaciones y circunstancias, tanto como rechazan los teñidos de parcialidad.
El primer caso se dio a lo largo de toda la Etapa Clasificatoria de Huracán y los dos primeros cruces de play-off. En esos veintidós partidos hubo una compensación natural: lo que pudieron sacarle en uno se lo devolvieron en otro.
Lo que sucedió en los últimos dos partidos (ante Sportivo Peñarol) corresponde al segundo caso: hay coincidencias que Huracán fue perjudicado en ambos cotejos (lo habíamos imaginado (ver Un mal recuerdo).
A punto tal llegan las coincidencias, que el propio Consejo Federal paró a Daniel Mercado (dirigió en San Juan) y seguramente hará lo propio con Juan Carlos Bazán. Sabido es que no se sabe (valga el juego de palabras) durante cuánto tiempo no serán designados. Eso es secreto, aunque no será por muchas fechas; se los necesita (¡Vaya si no!). Además, la suspensión (por ponerle un nombre) no reparará el daño que hicieron. De ningún modo.
El Fútbol Federal vive tiempos de vacas flacas. No parece. Para dirigir Huracán – Peñarol se designó a una terna de Catamarca que está a casi 950 Km de San Rafael. ¿Por qué no de San Luis -273 Km-? Esos casi 700 Km de diferencia abultan considerablemente los viáticos que pagan los clubes.
Otra duda: ¿cómo un árbitro excedido de peso (muy excedido) puede haber superado las pruebas que -aseguran- son tan exigentes? En tal sentido, árbitros sanrafaelinos quedaron marginados porque no las aprobaron y uno los ha visto físicamente bien durante todo el año.
Entonces, si el Consejo sabe que son incompetentes y cuestan más ¿cuáles son las razones para que los nombren?
El esfuerzo humano y económico y la esencia del deporte aguardan y merecen respetuosas explicaciones.
Por Roberto Armando Bravo.
La respuesta es fácil. El gordo que embromó a Huracán (para decirlo educadamente) seguramente era de los más dóciles para coimear. No hay forma de que no cobre semejante penal. Ya a los 2′ se sabía qué iba a pasar al menos con la actuación del obeso
Vi niños y adolescentes llorar ayer. Nunca lo vi en Huracán Todo gracias al impresentable del catamarqueño. San Rafael y Huracan son demasiado grandes para que nos roben de esa forma. Alguien tiene que dar las explicaciones del caso
Una coincidencia entre este pobre arbitro y los mafiosos del chiqui tapia y el gran Pérez gazul jajaja… Los 3 de tal palo tal astilla delincuentes q matan al fútbol.
De mi parte no piso nunca más un estadio de fútbol .
Eso sí a HURACAN LO LLEVARE SIEMPRE EN MI CORAZON.