Este sábado a la noche los argentinos, más allá de lo geográfico, festejaron. Al menos por un rato, dejaron de lado las “pálidas” que soportan a diario, acrecentadas en el último año y medio.
Para los futboleros significó cortar con una mala racha, de 28 años sin ver a la Selección ganar un título (algunas generaciones todavía no lo habían disfrutado).
Pero lo de anoche excedió al futbolero, porque cuando juega la Selección hasta al que no le gusta el fútbol se le mueve algo por dentro. Y ello se vio reflejado en nuestras calles céntricas, inundadas por sanrafaelinos que, en autos, a pie o en cualquier otro medio, se congregaron en distintos puntos y celebraron.
Así, las rotondas del oeste y el norte, y el tradicional kilómetro 0, fueron lugar de encuentro para festejar. Un logro (aunque no haya jugado) para una sociedad que por un rato dejó las pálidas de lado.
Por Roberto Bravo.