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40 años: Pedal, brillante Campeón 1979

Hace cuatro décadas, un día como hoy, Pedal se consagraba después de ocho años con un gran equipo.

Trico Campeón. De pie: Ricardo Calzada, Guillermo Velazco, Néstor Arana, Ángel Pietrelli, Orlando Murcia, Alberto Orozco, Pedro Sartirana, Omar Becerra, José Luis Lapuente, Gregorio Aranda y Araya. Hincados: Néstor Víctor Olmedo, Omar Golbano, Oscar Longo, Juan Carlos Robles, Roque Paolantonio, Roberto Peña, Vicente Calderón y José Echeverría.

Cada comienzo de campeonato hace cotizar en alza sueños e ilusiones. Y en el fútbol, si bien renovación y cambio suelen tener un efecto anímico importante, lo que da más resultado es conservar la base de la temporada precedente.

Mirando a los Primos

En el segundo lustro de los setenta, Huracán obtuvo los títulos 1975, 1976 y 1978 (tres de cinco) y Pedal ninguno. La campaña Tricolor de 1978, con el D.T. brasilero José María Machado, fue buena. Pero (siempre hay uno) los Trico estaban obligados a salir campeones. Así de simple. Al no haber logro, entonces, acudieron a los servicios de un conocido de siempre, emparentado, además, con importantes conquistas: Alfonso Pastor.

El experimentado entrenador mantuvo la base al punto de no pedir refuerzo alguno. Seguramente no imaginaba que tendría un gran dolor de cabeza ya que, a comienzos del ’79, Colón de Santa Fe se llevó a Luis Calzada y Néstor Víctor Olmedo; los había pedido su colega, el Gitano Miguel Juárez, por sugerencia de César Luis Menotti, nada menos.

No todas pálidas

Casi terminada la pretemporada en la Costa, el Yali pegó la vuelta; Colón no lo había conquistado pese a las adulaciones por su rendimiento. Y volvió afiladísimo por lo que un Pastor, con otra cara, supo que contaría con la mejor versión de un Olmedo, físicamente como nunca, que sería el goleador del certamen con dieciocho tantos.

Y lo potenció con un cambio táctico: las sorpresivas subidas (de 5 a 10) de José Luis Lapuente permitieron encuentros explosivos con el goleador. Además, eligió al habilísimo Omar Becerra (por sobre el veloz José Kempecito Echeverría) para que, con su zurda de fantasía, hiciera estragos por la punta izquierda y se asociara con el rosarino y Olmedo. Ello se tradujo en 49 goles en 20 encuentros. Cantidad y calidad.

Del medio hacia atrás

Las otras dos líneas Tricolores tuvieron tan buen rendimiento como la vanguardia. En el mediocampo, Alberto Orozco (en su mejor año) era marca y despliegue por la franja derecha. A quienes tuvieron la suerte de ver jugar a Oscar Longo no hay que recordarles nada y, a quienes no, resumirles que era ubicuo, dinámico y claro para el primer pase. Y Roque Paolantonio exhibía toda su categoría tomando la posta unos metros más arriba que Pelusa.

Los equipos muy ofensivos se descompensan (“La manta corta”) por lo que deben contar con una con una buena defensa. Y la de Pedal fue notable; era fundamental el liderazgo de Pedro Sartirana (cerca de 200 partidos en Primera División con las camisetas de Ferro, Independiente Rivadavia y otros). El otro zaguero, Guillermo Lechero Velazco (joven de 24 años con siete años de experiencia) derrochaba despliegue, firmeza y seguridad. El Gringo Ángel Pietrelli y Calderón clausuraban los laterales y, de última, aparecían los reflejos y seguridad de Orlando Murcia que, más tarde, sería transferido al Deportivo Maipú donde llegó a atajar 143 partidos en la B Nacional. 

El banco era competitivo a partir de los arqueros Néstor Arana y Luis Almonacid; los defensores Omar Golbano (sería titular cuando se fue Sartirana) y Walter Ulloa; los volantes de la casa Roberto Peña y Luis Basán y Jacinto Montiel (Tunuyán) y los delanteros Echeverría y Juan Carlos Robles, un pibe delantero de área con el gol entre ceja y ceja. 

Por supuesto que también tuvo importancia el cuerpo técnico: Alfonso Pastor y su reconocida sapiencia y Gregorio Aranda con un gran trabajo en la preparación física. Ante la enfermedad de Alfonso, Quito condujo técnicamente también con acierto los últimos partidos.

El 17 de agosto de 1979, en Pedro Vargas y Cabildo, Pedal goleó a San Luis por 5-0 y, con dos fechas de antelación, se consagró campeón después de ocho años. Gran campeón. Vistoso campeón.

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Por Roberto Armando Bravo.

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