¡Mirá lo que es esa tribuna! Era la frase que, a media mañana, más se escuchaba de boca de la gente que llegaba a la cancha de Huracán de San Rafael.
Era, asimismo, un domingo de octubre de 1974, aunque no un domingo cualquiera: a las 16.00 H. iban a jugar Huracán y River por el Torneo Nacional.
“¡Viene River y por los puntos!”, “¡hay que devolverles los diez que nos hicieron en Buenos Aires!”, comentaban animadamente unos y otros.
Hacia el mediodía, a cuatro horas del encuentro, no cabía un alma en el Gigante de Pueblo Diamante.
«Hay que apechugar», decía alguno haciendo visera para soportar un sol primaveral que quemaba.
Los laboriosos y competentes dirigentes del Globito habían trabajado mucho por el terreno de juego, de modo que, para cuidar la cancha, no estaba previsto preliminar alguno.
Eso sí: daría la Vuelta Olímpica el campeón del torneo sanrafaelino de Baby Fútbol: el Sportivo Urquiza. Aquel club que formó y contuvo a muchos niños (varios llegarían a Primera, especialmente en San Luis) exhibía números de fantasía: la delantera más efectiva, el goleador del certamen, la valla menos vencida y otras hazañas en la canchita de calle Urquiza casi General Paz.
Como un preludio de lo que se calentarían después las manos premiando la actuación de Huracán (empató en cero aunque mereció ganar) hubo muchos y sostenidos aplausos para los Benjamines del ’74.
Por Roberto Armando Bravo.
Excelente Roberto. Rescatando recuerdos tan lindos. Abz y un 2020 de salud y afectos junto a los tuyos.