En Pueblo Usina el primero que surgió fue Atlético San Luis. Pero, apenas diez años más tarde, nació el Constitución para discutirle la supremacía ver 1954 – Se fundó el Club Constitución.
Y su vuelo fue fructífero. Apenas cumplida la mayoría de edad de entonces (21 años) había logrado el ascenso. Y llegó con un desafío importante: pelear lo más arriba posible.
Promediando los setenta se mantuvo y más. En un par de campeonatos arañó el ansiado cuarto puesto. La experiencia del Nene Gil, Adolfo Penrroz y el Gaucho Rodríguez se sumó a las ganas de “los del club”: Marco Macheroni, Davichu Varas, Ricardo Chandía, Muñoz y otros.
En su recorrido por la historia del fútbol sanrafaelino, en noviembre de 2010, el N° 4 de Goles Sanrafaelinos destacó: “Constitución sorprendió con una hinchada numerosa y de buen comportamiento” en el campeonato 1976.
En la década siguiente obtuvo clasificaciones entre los cuatro mejores y jugó aquellas inolvidables dobles jornadas nocturnas en Pedal a estadio lleno. Surgieron para sumarse a la base, Sergio Guardia, Miguel Heredia, Aldo Oga, Isaac Fernández, Jorge Ropulatto, Miguel Gutiérrez, Jorge Muñoz, Sergio Cornejo y Sixto Cornejo al que rápidamente se lo llevó Huracán.
Siguió animando en los noventa y, en la frontera con el decenio siguiente, disputó un Argentino “B” con un plantel donde estaban Ángel Guitián, Guido Lucero, Sergio Gijón, Luis Cerda, Mario Cruzate, Marcelo Alcaya y Julio Osorio, entre otros.
Comenzó a alternar buenas con malas y supo lo que era volver a la “B”.
Últimamente, estuvo más de tres años en la segunda categoría. Ahora, desplegó las alas y voló a Primera. Y, como hace cuarenta años, se propone un salto de calidad como lo anticipa el presidente Juan Gamboa ver Lo que quedó de Constitución – San Martín.
Cada vez que los periodistas veteranos hablamos de Constitución, no podemos dejar de recordar a ese extraordinario dirigente y mejor persona que fue Alfredo Mondino (¡Qué justo es que el Cajoncito Amarillo lleve su nombre!) y a los fundadores. Ellos iluminaron una escuela de dirigentes que supieron y saben, como pocos, de alegrías y pesares. De sacrificios.
Nos acordamos de otros exponentes del apellido Macheroni: Marcial (jugador de los Canarios en la “B” entre los sesenta y los setenta) y Pedro: arquitecto de los equipos de los ochenta y noventa.
Si hasta nos viene a la memoria aquella gentil mujer llamada Tita, que atendía al periodismo como quien invita a su casa a amigos a tomar el té.
El pueblo Amarillo de antes y ahora está feliz. Constitución ¡es de Primera!
Por Roberto Armando Bravo.
BELLÍSIMO RELATO.!!!! ES UN GIGANTE DORMIDO QUE ESTAMOS DISPUESTO A LEVANTAR.!!