Un guante en el pie derecho es lo que parecía tener Miguel Ángel Godoy, volante creativo de Huracán en los ’90.
Formado en la escuela de Coqui Griffa, en Newell’s Old Boys de Rosario, el Quito llegó a la entidad de avenida Mitre hacia 1991. Apenas un año después obtendría el primer campeonato con el Globo.
Después de un breve paso por el Pedal de José Carlos Magliolo, que disputó el Torneo del Interior 1993, volvió a Huracán.
Pegada fuera de lo común
La temporada 1995/96 (primer Torneo Argentino «A») debe haber sido una de las mejores del rosarino: por caso, marcó sendos golazos, casi desde mitad de cancha, a Villa Mitre (en Bahía Blanca) y a Cipolletti en Río Negro.
Lástima que semejantes «joyitas» no pudieran ser disfrutadas por el gran público que acompañaba las presentaciones del Globo en el Gigante de Pueblo Diamante.
Clubes de otros lugares manifestaron su interés por el diez. A su turno, lo contrataron Santiago Morning (Primera División del fútbol de Chile) y Atlético de la Juventud Alianza (San Juan). Más tarde, su destino sería San Martín de Monte Comán.
Como entrenador, estuvo cerca de ascender al Argentino «A» con Villa Atuel en los 2000 y también tuvo un buen paso por el Sport Club Pacífico de General Alvear.
En 2012, en Huracán, se encontró con un desafió inédito para las participaciones sanrafaelinas en la historia de los torneos federales: tuvo que formar un equipo sin un solo jugador titular del club; el comienzo fue muy duro y prematuramente debió renunciar.
Después volvió a Villa Atuel (lo clasificó al Federal “C” 2016), y luego siguieron Atlético Pilares y Andes F.C., con quien ascendió y está disputando el Federal “B” 2017.
Miguel Ángel Godoy: un jugador de pura clase.
Por Roberto Armando Bravo.
tremendo jugador el quito godoy, sin dudas el mejor jugador que vi en mi querido globito