El 17 de octubre de 1945 fue el epílogo de una historia no muy larga. Comenzó el 4 de junio de 1943, cuando el GOU (Grupo de oficiales Unidos) intervino en el golpe de estado que derrocó al conservador Ramón Castillo. Lo integraba el por entonces Coronel Juan Domingo Perón.
El nuevo poder tuvo al frente a tres presidentes de facto: los Generales Arturo Rawson (por 24 horas), Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell. Este decidió que Perón ocupara simultáneamente el Ministerio de Guerra y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, desde donde construyó su proyecto político.
En 1944, Perón conoció a Eva Duarte. Los militares al frente del gobierno, que ya veían con malos ojos el poder acumulado por el Coronel, no soportaron que se fuera a casar con una actriz y, acicateados por los resabios del conservadorismo, decidieron su destitución a los cargos que ocupaba e internación en la Isla Martín García (en el Río de La Plata). Eso fue el13 de octubre.
A partir de ese sábado, se sucedieron jornadas de confusión. Lejos de apoyar a Farrell, los civiles antiperonistas le exigieron la renuncia; querían que la justicia se hiciera cargo del poder. El sindicalismo, por su parte, con Cipriano Reyes al frente (trabajadores de la carne), determinó un paro general para el16.
La agitación creció y el miércoles 17 de octubre miles de obreros del cordón industrial Bonaerense llegaron a Plaza de Mayo y exigieron la restitución de Perón.
Sin otra opción que un desmadre, Farrell ordenó su liberación. En la frontera con el día siguiente, el Coronel habló a la multitud desde los balcones de la Casa Rosada y los invitó a abandonar la plaza. Uno de los acontecimientos más trascendentes de la política Argentina se había concretado.
Un año después, Juan Domingo Perón ganó las elecciones imponiéndose a la Coalición Democrática y comenzó su primera presidencia. Pero esa, esa es otra historia.
Por Roberto Armando Bravo.
