José María Machado nació en Brasil. Como futbolista jugó en América de Río de Janeiro y se vino a la Argentina para integrar el plantel de Atlanta. Más tarde su destino fue San Rafael donde, tras un fugaz paso por El Porvenir, se dedicó a la dirección técnica.
Aunque ocasionalmente condujo a equipos de Primera (aquí y en Mendoza) a Machado le gustaba entrenar a juveniles.
1978 no fue un año de Copa Adrián Beccar Varela, por lo que no había formada una selección ni elegido un D.T. De manera tal que para el partido inaugural del estadio Mundialista se convocó a Machado para armar y dirigir al combinado.
Acertó en la elección: hubo un alto rendimiento individual y colectivo (de toque y circulación) que le posibilitó a San Rafael superar ampliamente a Mendoza y convertirse en el primer equipo que ganó en el estadio.
Como la inauguración fue una prueba en todo sentido, inmediatamente concluido el encuentro se hizo una conferencia de prensa de los entrenadores donde José María Machado dijo: “este triunfo es un orgullo innegable para todo el deporte sanrafaelino. Hemos vencido a Mendoza con armas limpias y jugando un partido excelente”.
Consultado sobre la táctica, respondió: “fuimos prudentes al principio, pero al advertir que prevalecía nuestro mediocampo con Lapuente como volante de contención, González en el armado y Díaz en el ida y vuelta, adelantamos el equipo para jugar ofensivamente”.
En otro orden, Machado definió al estadio como “una maravilla en todos los aspectos”.
Por Roberto Armando Bravo.
