Nadie, ni el más optimista, pensó que sería sencillo para Argentina. Holanda, además de poner todo aquello que se brinda en una final de Copa del Mundo, venía de ser sub campeona y tenía un plus: nueve de sus jugadores habían disputado un mundial; de los Albicelestes, ninguno.
Menotti estaba convencido de que ganaría el que mejor atacara y el equipo actuó en consecuencia. El dominio del primer tiempo se reflejó en el marcador cuando, a los 37′, armaron una jugada Gallego y Ardiles, llegó el pase a Luque que la filtró para la aparición de Kempes que, cayéndose, la cruzó venciendo a Jonbloed.
En el complemento, el D.T. Naranja Ernst Happel mandó a la cancha a Nanninga y basó su juego en centros aéreos para aprovechar su altura. Faltando 8′, la perdió Tarantini, Haan cedió para René Van de Kerkhof y el centro de este fue cabeceado por Nanninga que batió a Fillol.
Sobre la hora se paralizaron los corazones: Rensenbrink entró solo por la izquierda y su remate, con Fillol vencido, se estrelló en el poste.
30′ suplementarios
Cuando se iba la primera fracción adicional apareció en toda su dimensión el Matador Kempes: con potencia, coraje y habilidad le ganó a la defensa visitante y convirtió. Y la consolidación del triunfo llegó en el segundo tiempo complementario (11′) tras otra estupenda maniobra del imparable Kempes que convirtió en gol Daniel Bertoni. Después, el delirio.
Fecha: domingo 25 de junio.
Estadio: River Plate.
Espectadores: 77.260.
Árbitro: Sergio Gonella (Italia).
Argentina 3: Fillol; Olguín, Galván, Passarella, Tarantini; Ardiles (S.T. 21’Larrosa), Gallego, Kempes; Bertoni, Luque, Ortíz (S.T. 30′ Houseman).
Holanda 1: Jongbloed; Krol, Poortvliet, Brandts, Jansen (S.T. 28′ Suurbier); Neeskens, Haan, W. Van de Kerkhof; R. Van de Kerkhof, Rep (S.T. 14′ Nanninga), Rensenbrink.
Goles: P.T. 38′ Kempes (A). S.T. 37′ Nanninga (H). P.T.S. 15′ Kempes (A). S.T.S. 11′ Bertoni (A).
Apostillas
Festejo: una cantidad de gente nunca vista en San Rafael se concentró en Mitre y San Martín para expresar su alegría por la obtención del título.
De a pie: nutridas columnas de hombres, mujeres y niños se desplazaron hacia el kilómetro 0. Quienes lo hicieron en vehículos debieron dejarlos a unas cuadras por la imposibilidad de transitar por las cuatro avenidas.
Gran negocio, gran: lo hicieron los vendedores de banderitas; no hubo mano que no sostuviera una.
“¡Al Praliné!”: también hubo una demanda importantísima. Algo calentito vino muy bien en una noche gélida.
Radio: apostados en el balcón de Fase Publicidad (avenida Mitre 30) Deportes por LV4 transmitió la algarabía sanrafaelina.
La efeméride
No puede ser otra: a las 17.35 H. de la fría y gris tarde porteña, el tablero electrónico del estadio de River Plate mostró la palabra ¡Campeones! Argentina ganaba la Copa del Mundo por primera vez.
Por Roberto Armando Bravo.