En 1992 Pedal obtuvo la clasificación al Torneo del Interior ’93 aunque, para narrar la historia, hay que ir un poco más atrás en el tiempo.
La década había comenzado con los primos copando los torneos oficiales: Huracán en el ’90, Pedal en el ’91 y nuevamente el Globo en el ’92. Este certamen se fue para la avenida Mitre, cuando Huracán le ganó 1-0 a los Tricolores en la Fortaleza de Cemento (última fecha).
La reglamentación de entonces ponía (por adelantado) en juego “el 50% de la participación en el Torneo del Interior posterior al que venía”. Sí; explicarlo hoy es tan complicado como entenderlo ayer pero vale el esfuerzo: Pedal había obtenido esa “mitad” del pase en 1991 y fue por el resto ante el Globo Campeón del ’92.
Como venía la mano, era algo complicado, de modo que la dirigencia de Pedro Vargas y Cabildo sacó un as de la manga: contrató un técnico para esas dos o tres finales y el elegido fue José Carlos Magliolo.
La decisión produjo un golpe de efecto: el ex zaguero de San Lorenzo había conducido a Huracán en el Torneo del Interior de comienzos de año, de modo que conocía de sobra a quiénes tenía que enfrentar.
Con esa movida Pedal comenzó a ganar la plaza. Luego, en la cancha, se quedó con dos de los tres Clásicos que demandó la definición.
Sí, fue una gran apuesta.
Por Roberto Armando Bravo.