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Identidad

Las Abuelas de Plaza de Mayo llevan casi cuatro décadas de búsqueda. Los años les pesan pero no se detienen. Mientras quede un niño por encontrar, no claudicarán en el intento.

Ya han tenido la inmensa felicidad de devolverle la identidad a 121 nacidos en cautiverio.

Según calculan, fueron 500 los bebés entregados directamente a familias de militares (o amigas), otros abandonados en Institutos como NN y otros vendidos.

Sí; los centros de detención durante la última dictadura (1976/83) se convirtieron en verdaderas maternidades. Fue sistemático: jóvenes madres secuestradas, encerradas y asesinadas luego de parir. Bebés por los que esperó una fila de apropiadores para adoptarlos de manera irregular.

Quienes entregaron y los que adoptaron gozaron de impunidad. Creyeron que nunca nada cambiaría. No contaron con la fe de esas sufridas mujeres que, dudando si alguna vez volverían a ver a sus hijos, fueron por los nietos.

Al amor agregaron lo científico: un grupo de investigadores estadounidenses logró determinar el Índice de Abuelidad que garantizó en un 99,99% la determinación del parentesco, por lo que la Justicia Nacional debió incorporarlo como prueba.

Hacia 1987, el Congreso de la Nación creó por ley el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) que, desde entonces, se encarga de resolver la filiación incorporando cada avance científico.

La búsqueda continúa.

Por Roberto Armando Bravo.

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