Arnoldo Avena: a quince años de su partida

En los años ochenta (y más acá en el tiempo) se repetía con frecuencia “en radio no hay nada que inventar”. De todas maneras, ayer y hoy, como en el fútbol, marcan diferencias los que aúnan sabiduría, talento y trabajo. En Arnoldo Avena se conjugaban esas virtudes.

En más de una oportunidad hemos recordado su rol de pionero en las comunicaciones radiales y televisivas del sur mendocino; hoy vamos a rememorar una anécdota que cuestionó aquella frase de “nada por inventar”.

En diciembre de 1983, el Sportivo Pedal Club jugaba un partido definitorio por el Torneo Regional en General Alvear. Como no podía ser de otro modo, en San Rafael se aguardaba con expectativa una única transmisión: la de Lv4, con el equipo deportivo de Antorcha.

Aquellos eran tiempos de telefonía fija por lo que, cada vez que había que transmitir desde otro lugar, uno rogaba que ninguna inclemencia del tiempo cortara el vínculo. Claro que, ruegos son una cosa y naturaleza otra: tres horas antes del encuentro se desató una tremenda tormenta en Villa Atuel que derribó ramas, árboles y cables… Todos incomunicados. Chau transmisión.

Chau para todos menos para Arnoldo, que sacó un As de la manga: compró un espacio en LV23 para concretar la transmisión a la espera que alguien de Lv4 la escuchara y tomara por aire. Ese alguien fue Jorge Quintana, director artístico de la emisora, que hoy cuenta: “andaba paseando en auto por avenida Mitre, sintonicé LV23, escuché que comenzaba la transmisión y me fui a la radio para concretar ese inesperado Plan B”. Y hubo transmisión. Aunque casi imposible, misión cumplida.

Hoy se cumplen quince años del fallecimiento de Arnoldo Avena, un hombre que iluminó con luz propia a más de una generación de comunicadores sanrafaelinos. ¡Muchas gracias por ello!

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Por Roberto Armando Bravo.